28 de noviembre de 2011

Domésticas

Domésticas
Lunes, 28 de Noviembre de 2011 00:17
Amarilis C. Rey
Managua, La Habana (PD). Emplearse en una casa para atender los
quehaceres del hogar es una buena opción, sobre todo si se vive en Cuba,
donde el déficit laboral aumenta y la remuneración es de miseria.
"Aquí, en Unión de Reyes, hay muchas mujeres que trabajan como
domésticas, sobre todo en Varadero; esas son las que tienen mayor
desenvolvimiento", comentó una residente de ese pueblo situado en la
provincia de Matanzas.
"Estas domésticas, que antes se les llamaba criadas, quienes las emplean
les pagan en divisa, es por eso que tienen un nivel de vida mucho mayor
que los médicos del pueblo, que esos si no tienen ni donde caerse
muertos. Y no solamente es el dinero que ganan, que es bastante
comparado con lo que paga el Estado, sino que les regalan muchas cosas,
como ropas, cortinas, muebles. Muchas de ellas tienen dos trabajos, y
hasta tres, o sea que atienden varias casas y con eso obtienen más
remuneración."
Según se pudo conocer por esta fuente, que prefirió no revelar su
identidad, estas personas que trabajan como domesticas, son contratadas
en casi todos los casos por quienes viven de la renta de parte de sus
viviendas a turistas y debido a eso es el pago en divisa (CUC).
"Varadero es otro mundo dentro de Cuba. Allí sólo circula el CUC, a
nadie le hables del dinero nacional porque eso no se usa. Incluso aquí
en Unión de Reyes ya la gente lo que quiere es divisa", apuntó.
Luís Omar, de 38 años, como otros gays, ha sido perseguido y
discriminado en Cuba. Optó por convertirse en doméstico, y así pudo
salir del campo.
"Hace años se me ocurrió esta idea, pues no encontraba trabajo. Como no
estudié, ni tampoco quería trabajar la tierra, pues hay que sacrificarse
mucho y al final no ganas nada, decidí buscar una casa para limpiar y
lavar la ropa de la familia. Busqué amigos que me ayudaron y resultó. Al
principio atendía tres casas. Primero ganaba 20 CUC a la semana, que eso
hoy es una fortuna y en aquel momento más. Luego el pago fue aumentando
y pude reunir hasta para comprarme un lugar donde vivir. Ahora sólo
trabajo en una casa, pues la salud no es la misma de cuando se es más
joven, pero me siento bien pues alcancé uno de mis sueños: tener una
casa propia. De otra manera nunca lo hubiera logrado."
"Los criados se acabaron" fue una frase muy repetida en los primeros
años de la revolución, que trató de terminar con las diferentes clases
sociales y crear una sola, la clase obrera. Decían haber logrado la
igualdad generalizada, al menos, eso decía la propaganda. Pero los
criados continuaron existiendo, pero con otro nombre y sólo para quienes
conformaron la nomenclatura oficial.
Hace algunos años durante una entrevista por la televisión nacional,
Mariela Castro contó que una de sus hijas, que la observaba mientras
preparaba una receta de cocina, después de algún rato le preguntó:
"¿Mami, y las mamás también cocinan?"
amarilisrey@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/121-sociedad/2765-domesticas

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