29 de junio de 2010

Señales de hambruna

Señales de hambruna
Martes 29 de Junio de 2010 08:46 Agustín Herrero, Holguín

El ir y venir de holguineros en busca de aprovisionamientos para el
hogar puede ser ilustrado con una imagen adicional: todos deambulan con
jabas vacías en las manos.

A la ya tradicional escasez, se suma ahora la agudización de la crisis
alimenticia; sólo que esta vez hasta el propio poder político ha tenido
que reconocer públicamente la desorganización, mala planificación y
desidia en lo relacionado con el llamado Programa Alimentario.

El oficialista semanario ¡Ahora! ha publicado un extenso artículo donde
da cuenta de una reunión protagonizada por las máximas autoridades del
gobernante Partido Comunista con los responsables de la producción de
alimentos de la provincia. Y lo que allí se dijo destapó la alarma entre
la población.

Según el reportaje publicado por ¡Ahora!, en Holguín existen problemas
organizativos, falta fuerza laboral, se ejecutan programas de
inversiones que no se concluyen, y hay empresas estatales con cientos de
obreros emplantillados que generan menos alimentos que ciertos
productores individuales y constituyen verdaderos paraísos contables.

La inamovilidad del sistema de gestión económica holguinero toma matices
dramáticos cuando se revelan datos como el de que en las grandes
empresas estatales, destinadas a la producción agropecuaria, sólo se
aprovecha alrededor del 50 por ciento de la tierra.

El máximo líder del Partido Comunista en la provincia, Jorge Cuevas
Ramos, tuvo que reconocerlo, según el noticiero de la estatal Tele
Cristal: "Nuestros Polos productivos son hoy Polos improductivos".

Lo más curioso en este análisis es que, hace un año, Raúl Castro movió
fichas y asignó a Cuevas Ramos la dirección de la provincia de Holguín,
precisamente como preámbulo al insustancial otorgamiento de la "Sede del
Acto por el 26 de Julio" a una región sin ningún tipo de logro
productivo a destacar.

En su momento, el anuncio constituyó una jugada maestra de Castro: al
otorgarle la celebración a los holguineros, desviaba la atención de la
flagrante crisis económica y productiva que vivía la región, además del
descalabro relacionado con la reparación de viviendas afectadas por el
huracán Ike.

A Cuevas Ramos la jugada le resultó mucho más compleja de lo que
imaginaba, y la realidad brinda números nada halagüeños.

El sistema de la agricultura se encuentra en un momento desfavorable y
la atención parece ahora centrarse en los campesinos que han recibido
tierras en usufructo, lo cual representa alrededor de un veinte por
ciento de la capacidad productiva de la provincia.

Las grandes áreas estatales, llamadas aquí Polos productivos, tienen un
déficit de personal que raya el cuarenta por ciento, según información
brindada a DIARIO DE CUBA bajo condición de anonimato por un funcionario
de la Delegación del MINAG de la provincia.

"Ni los salarios ni las condiciones de trabajo estimulan a nadie a
sumarse a ese empeño de ir a sembrar la tierra. Sólo unos pocos lo hacen
de forma aislada y no asociados a formas estatales", agrega la fuente.

El resumen publicado por la emisora Radio Angulo, tras la reunión de los
dirigentes del Partido Comunista con los productores agrícolas, confirma
el dato. Angulo informó de la existencia de productores particulares
que han entregado al Estado muchos más alimentos que empresas enteras.

Por otro lado, la gestión contable deja mucho que desear: "Son más de
120 las formas productivas (asociaciones estatales) que tienen pérdidas
económicas, por lo que en la mayoría de ellas no existe fondo de dinero
para pagar salarios a los obreros", concluye su declaración la fuente
consultada.

Pero el fantasma de la burocracia continúa haciendo de las suyas en
Holguín, pues la Empresa de Acopio entorpece el camino del surco a la
tarima.

"Todos los años se me echa a perder una parte de la producción de mango
porque Acopio nunca viene a buscarla, y aquí hay gente que ha perdido
cosechas enteras de viandas, con la falta que le hace al pueblo",
declara Julio, campesino del municipio de Urbano Noris.

Los productores agropecuarios tienen prohibido comercializar
directamente, so pena de ser multados y decomisadas sus tierras.

"Si vendes te ponen la multa, pero si esperas por el Estado pierdes lo
que sembraste", dice Mario, residente en la zona de Tacámara.

"Nos obligan a ser ilegales", opina Gustavo, también residente en la
zona, ubicada en el municipio de Báguano. Para él, la situación tiene
una sola salida: "¿Si yo me reviento trabajando la tierra por qué tengo
que venderle barato los productos al Estado, o dejarlos pudrir en el
surco? Lo que hace falta es que a quienes nos sacrificamos nos dejen
vender en paz la comida que la gente necesita".

La respuesta gubernamental ante la comercialización clandestina de
alimentos es la de enviar más inspectores a la calle. "No podemos
permitir la impunidad", declaró Jorge Cuevas Ramos.

Los mercados estatales permanecen vacíos, mientras en las aceras y
portales de viviendas pueden verse los más variados vegetales, frutas y
carnes.

"Lo que no tienen es vergüenza, porque si un campesino aislado produce
tanto, entonces por qué el Estado, que es el dueño de todo, no tiene ni
para venderle una libra de frijoles al pueblo", dice una ama de casa al
volver del Mercado de Oferta y Demanda, ubicado en la zona central de la
ciudad de Holguín.

Las tarimas permanecen llenas, "pero aquí tienes que venir con el
corazón protegido, porque los precios están por las nubes", concluye la
encuestada.

En los Mercados de oferta y demanda los productos tienen precios de
hasta un trescientos porciento más caros que la cotización oficial en
los mercados estatales.

"¿Y qué voy a comer si no vengo aquí, si lo único que hay en mi placita
es colorante alimentario?", declara un jubilado que acaba de comprar una
libra de carne de cerdo en veinticinco pesos (un dólar).

La Empresa Porcina de Holguín, en lo que va de año, ha producido unas
ochenta toneladas de carne de cerdo, lo que representa "un veinte por
ciento del plan". Las causas son detalladas por un funcionario que pidió
no fuera revelada su identidad: "No nos están asignando pienso para la
ceba y quieren que lo hagamos con caña y otras hierbas, pero con eso un
cerdo no aumenta ni un gramo".

Ante la falta de alimentos, el poder político ha diseñado el programa de
la Agricultura Urbana, el cual prevé la producción de vegetales frescos
en organopónicos. La provincia de Holguín está considerada como una de
las de mejores resultados a nivel nacional, según información publicada
por Granma, pero en realidad sólo pueden adquirirse en esos sitios
"lechuga, orégano y berro, porque el resto de los vegetales está
desaparecido", declara Julián, un asiduo comprador del organopónico Las
Marianas.

En los municipios de la periferia la situación es aún mucho más
dramática: "faltan hombres para que trabajen, no hay semillas, y el agua
es un problema que parece que no va a tener solución nunca", considera
un obrero de un organopónico ubicado en el municipio de Banes.

"Pero también hay un problema, la gente necesita comer plátanos,
boniato, carne, no sólo las hierbitas que nosotros sembramos. Con
hierbas sólo se crían los conejos, no los cristianos", concluye.

La provincia de Holguín constituye una de las más importantes del país
en cuanto a áreas agrícolas se refiere, pues cuenta con más de 500 mil
hectáreas destinadas a ese propósito. Sin embargo, en estos momentos se
produce algo menos del veinte por ciento de la capacidad real.

A un año de la designación del nuevo aparato de dirección partidista de
la provincia, cuya principal misión fue la de "poner a parir la tierra",
según declaraciones de Raúl Castro en el Acto del 26 de julio pasado
aquí, los resultados se alejan negativamente de los planes trazados.

Mientras Jorge Cuevas Ramos y su equipo de trabajo preparan el discurso
de respuesta a Raúl Castro para informarle de que la tierra aún no da
frutos, el pueblo continúa preguntándose dónde hallar alimentos, dónde
encontrar sentido a las palabras de aliento que desde la sede del
Partido Comunista difunden a diario."

http://www.diariodecuba.net/cuba/81-cuba/2191-senales-de-hambruna.html

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